9. Los colegios jesuitas están comprometidos con la excelencia humana [65]

  1. Muchos de nuestros colegios son conocidos, con razón, por sus programas de excelencia académica. Algunos son conocidos por su excelencia en preparar a los estudiantes para lograr habilidad en tecnología, en agricultura y en otras vocaciones.
  2. Reflexionando en los rápidos cambios globales estamos pensando que la excelencia en muchos de nuestros colegios va a requerir un diálogo continuo sobre cómo educamos: ¿Qué pedagogías?, ¿Qué currículos?
  3. Este desafío fue resaltado por el P. General Arturo Sosa en el 2107 en JESEDU-Río:
  4. Es importante que nuestras instituciones sean espacios para la investigación educativa, verdaderos laboratorios de innovación en la enseñanza, de los cuales podamos sacar nuevos métodos o modelos de enseñanza.
  5. Esto significa que vamos a explorar lo que hacen otros y lo que podemos aprender de ellos, así como lo que las ciencias de la educación proponen para un mundo que es cada vez más técnico y conformado por la cultura digital en la que nacieron y crecieron nuestros estudiantes.
  6. Nuestras instituciones necesitan ser conscientes del cambio antropológico y cultural que estamos experimentando, y necesitan saber cómo educar y entrenar de maneras nuevas para un futuro diferente. [66]
  7. Todos los colegios jesuitas deben se excelentes en la humanización de sus comunidades. Ayudando a los estudiantes y empleados a profundizar sus empatías y relaciones durables de amistad.
  8. Los colegios jesuitas deben enseñar acerca de la dignidad de la mujer, que es compañera total e igual en todas las empresas.
  9. Los colegios deben combatir activamente el racismo en todas sus formas.
  10. Los colegios deben transmitir y crear un clima donde todos los seres humanos, como hijos de Dios, sean bienvenidos independientemente de su orientación sexual.
  11. Cimentados en el principio de la cura personalis, el cuidado del individuo, los colegios deben apreciar la dignidad y el valor de cada uno de sus miembros.
  12. Muchos educadores jesuitas han encontrado significativo reflexionar sobre la carta que el P. Kolvenbach escribió como introducción a la Pedagogía Ignaciana:
  13. “Ruego para que haya otro paso importante hacia el logro de nuestro propósito como educadores: formar hombres y mujeres competentes, conscientes y comprometidos en compasión” [67]
  14. Posteriormente, el documento Excelencia Humana (2015) precisando este objetivo, afirmando:
  15. «Estos cuatro adjetivos expresan la excelencia humana que la Compañía de Jesús desea para la juventud que la sociedad nos ha confiado.” [68]
  16. La educación jesuita debe aspirar a desarrollar mujeres y hombres conscientes, compasivos, comprometidos y competentes.
  17. Conscientes, porque además de conocerse a sí mismos, gracias al desarrollo de sus habilidades para interiorizar y cultivar una vida espiritual, tienen un conocimiento consistente y una experiencia de la sociedad y sus desigualdades.
  18. Compasivos, porque son capaces de abrir sus corazones para solidarizarse con los demás y para asumir su sufrimiento.
  19. Comprometidos, porque al ser compasivos decididamente luchan por la fe y con medios pacíficos, trabajan por la transformación de sus países y de las estructuras sociales para alcanzar justicia.
  20. Competentes porque deben ser:
    1. Capaces de crear, entender y usar conocimientos y destrezas para vivir en su contexto y transformarlo;
    2. Capaces de ser parte del cambiante y diverso mundo creando proyectos de vida para otros y con otros;
    3. Capaces de desarrollar las destrezas intelectuales, académicas, emocionales y sociales requeridas para los logros profesionales y humanos.
  21. Nuestro tradicional énfasis en la excelencia académica no debe ser descuidado. Permite a nuestros colegios cumplir una de las funciones sociales fundamentales y les permite entrar en diálogo con la sociedad más amplia acerca del significado de la calidad educativa. Pero en nuestros colegios este empeño debe enmarcarse dentro del contexto de la excelencia humana.

Ejercicio 27. Para el discernimiento:

En tu región del mundo:

  1. ¿Cómo evalúas este desafío?
  2. ¿Cuáles son los obstáculos más significativos?
  3. ¿Cómo podemos adaptar este desafío para todos los colegios jesuitas de manera que reflejen el mayor bien?
  4. En este contexto ¿Qué ha hecho tu apostolado educativo?
  5. ¿Qué debería estar haciendo tu apostolado educativo?

Recursos complementarios para este identificador global