Prólogo El diálogo debe continuar…

La Comisión Internacional del Apostolado de la Educación de la Compañía de Jesús (ICAJE, en inglés) ha trabajado, desde el 2011, el documento que ahora lees. Desde el comienzo, el diálogo fue acerca de cómo podemos ayudar a las comunidades educativas a entender y responder a nuestro actual contexto, y a continuar el largo diálogo, que empezaron los primeros jesuitas en el siglo XV, sobre la educación. Esta extensa conversación produjo importantes documentos que guiaron la educación jesuita a través de siglos. La Ratio Studiorum de 1599 fue el primero de dichos documentos. La Ratio describe el modelo educativo que guió a nuestros colegios y creó un sentido de unidad alrededor de un currículo y una estructura común. Sus éxitos y limitaciones han sido discutidos a lo largo de los siglos. Necesitaron los jesuitas y sus compañeros de apostolado varios siglos, para coincidir en un nuevo documento que responda a los nuevos contextos: Las Características de la Educación de la Compañía de Jesús de 1986 reunió el consenso de lo que es central y característico de nuestra educación, a finales del siglo 20. Este documento permitió a los colegios construir una nueva unidad alrededor de una identidad común, que se desarrolló en muchos modelos diferentes, que responden a los contextos locales y nacionales de nuestros colegios. La recepción de este documento fue entusiasta y los educadores de los colegios jesuitas empezaron a pedir otro documento que clarificara ese estilo pedagógico que pudiera encarnar las 28 características. El resultado fue otro documento: Pedagogía Ignaciana un Planteamiento Práctico, en 1993. Este documento ha llegado a ser el alimento diario en pedagogía para muchas generaciones de educadores jesuitas que, con gran dedicación, trabajan en todos los rincones del mundo y continúan la tradición viva de la educación jesuita y, la hacen realidad especialmente en el lugar crucial donde realmente sucede dicha educación: el aula.

Sin embargo, la educación jesuita, como la misma historia humana, es una tradición viviente que exige ojos, oídos y corazón abiertos. El presente documento pretende ser una invitación a continuar este diálogo en todos los niveles de los colegios y de sus redes. Incluso dudamos si llamarlo documento en la ICAJE (Comisión Internacional del Apostolado de la Educación de la Compañía de Jesús) puesto que lo que queremos es un texto vivo que nos ayude a mantener el ritmo de nuestra era en la cual los rápidos cambios son lo normal, con todo lo positivo y problemático que esto entraña. No queremos un documento estático sino un texto que inspire, mueva y anime a nuestros docentes, líderes y comunidades educativas a comprometerse de manera pro-activa con nuestro contexto, nuestro mundo, nuestros desafíos y nuestras oportunidades. Esta es la razón por la cual este texto será publicado preferentemente de manera electrónica, puesto que requiere de un ejercicio continuo de discernimiento que creativa, valiente y generosamente nos motive al camino del diálogo en nuestros colegios y continúe nuestra tradición con renovado celo y vigor. Para facilitar este proceso todas las secciones del documento ofrecen preguntas para el discernimiento que deben estimular la escucha, la discusión, el diálogo y la creatividad.

La ICAJE también desea expresar su gratitud a los muchos colaboradores que hicieron posible este documento. Este diálogo empezó en 2011 y ha contado con muchos actores importantes: los diferentes miembros de la ICAJE a través de todos estos años, muchos compañeros generosos de seis regiones de la Compañía que produjeron una retro-alimentación inicial, los especialistas que ofrecieron su consejo y experiencia para posteriores versiones y el grupo de apoyo del Secretariado del Educación de la Curia General que acompañaron todo el proceso. Nuestra gratitud especial para el P. John O´Keefe, S.J. y su equipo y al señor William Kemeza por sus significativas contribuciones al documento en su formato y estilo presentes. ¡Sus colaboraciones han marcado la diferencia!

La única razón por la cual la Compañía de Jesús se compromete a continuar su apostolado educativo es la convicción infranqueable que hoy como ayer, los colegios son espacios privilegiados para cumplir nuestra misión de reconciliación y justicia dentro del marco de las cuatro Preferencias Apostólicas Universales para el 2019-2029 proclamadas por el P. General:

  1. Enseñar el camino a Dios a través de los Ejercicios Espirituales y el discernimiento.
  2. Caminar con el pobre, los marginados de este mundo, aquellos cuya dignidad ha sido violentada, en una misión de reconciliación y justicia.
  3. Acompañar a la juventud en la construcción de un futuro esperanzador.
  4. Colaborar en el cuidado de la Casa Común.

Quiera Dios continuar bendiciendo el importante esfuerzo apostólico que nuestros colegios hacen para invitar a las nuevas generaciones a abrir sus vidas a Dios y abrazar la educación de la persona integral, dentro de nuestra tradición humanista. Que continuemos con nuestro fascinante camino de la educación jesuita, para que seamos siempre una tradición viva y en aprendizaje.

José A. Mesa SJ

Secretario Mundial de Educación
Compañía de Jesús