Día Internacional de la Educación: Transformando la realidad a través de la educación para la paz

By María Paula Arango Zambrano
Jan 29th, 2024

El 24 de enero, conmemoramos el Día Internacional de la Educación, una fecha crucial resaltada por la UNESCO. Enfocándose en el papel vital que juegan la educación y los docentes en la lucha contra el discurso del odio; la UNESCO destaca la necesidad de abordar fenómenos que han proliferado con el auge de las redes sociales, dañando el tejido de nuestras sociedades.

El mundo se enfrenta a una creciente ola de conflictos violentos y un aumento alarmante de la discriminación, el racismo, la xenofobia y la incitación al odio. Estos problemas trascienden fronteras geográficas, género, raza, religión, política, tanto en el mundo físico como en el virtual. Un compromiso activo con la paz se vuelve urgente, y la UNESCO subraya que la educación es fundamental para este empeño.

En este contexto, organizaciones como Fe y Alegría están abordando los desafíos en la educación para la paz en los diferentes lugares donde está presente. En América Latina y África,  donde las crisis sociopolíticas, económicas y estructurales son palpables, el Movimiento de Educación Popular busca acompañar a las personas para que adquieran una comprensión más holística del mundo y asuman la responsabilidad de su papel en la sociedad.

Para lograr con éxito este acompañamiento, la clave es crear condiciones para una vida digna y mejor, y esto, en parte se logra a través de los procesos educativos propuestos por Fe y Alegría, que en entornos afectados por crisis prolongadas, ya sea por conflictos armados o situaciones sociopolíticas, se cuestiona las prácticas naturalizadas que perpetúan la violencia.

A continuación Sabrina Burgos, coordinadora del eje de nuevas fronteras en la federación  y parte del equipo de Fe y Alegría Colombia nos cuenta cómo están promoviendo la convivencia y la ciudadanía en las aulas.

La educación para la paz implica el reconocimiento de uno mismo y del otro, basándose en la profunda reflexión sobre los derechos humanos y las responsabilidades hacia la vida y el entorno. Desde las aulas se deben plantear preguntas fundamentales sobre el cuidado, como por ejemplo: ¿Cómo podemos vivir mejor y cambiar hábitos que amenazan toda la vida del planeta?

La gestión de la escuela debe adaptarse para fomentar nuevas formas de relacionarnos, ajustando manuales de convivencia y promoviendo reflexiones sobre la ciudadanía global. Esto requiere una formación integral del profesorado, los estudiantes y la comunidad educativa en general, reconociendo que el cambio comienza desde lo individual hacia lo colectivo.

Es esencial construir y compartir la memoria histórica, reconociendo las diferencias y perspectivas en conflictos vividos de diversas maneras. La escuela debe ser un espacio seguro para abordar temas como migración, discriminación y acceso real a una educación de calidad; lo que permite educar a ciudadanos conscientes, que puedan romper el silencio donde el respecto a la diferencia sea una constante, y la indiferencia un acto excepcional.

La promoción de la convivencia y la ciudadanía implica hablar de realidades difíciles, y colaborar con otras organizaciones para construir transformaciones significativas. Solo a través de acciones educativas concretas podremos contribuir a un debate constructivo y propuestas que favorezcan una paz duradera.

En este Día Internacional de la Educación, recordemos que la educación para la paz es la llave para un futuro más justo y armonioso.