Somos el Liceo Javier de Guatemala y esta cuaresma tenemos como lema el título de esta noticia: “40 días caminando hacia la Pascua de Jesús”. Nuestro enfoque es unirlo a la fiesta de la Pascua en un camino en el que acompañamos a Jesús por su pasión, muerte y resurrección. Pasión, muerte y resurrección que también vivimos nosotros en este mundo. Vemos la cuaresma como un tiempo para poner en práctica la reconciliación desde el amor con uno mismo, con los demás, con la creación y con Dios.
El colegio está ambientado para que visualmente podamos todos.as recordar este tiempo especial que la Iglesia nos propone. Cruces con una tela morada nos invitan a la reflexión y carteleras en los pasillos, salones y oficinas decoradas con trabajos de los estudiantes, también van siendo recordatorio visual para vivir este tiempo con profundidad.
Durante toda la cuaresma, en la oración matutina, todos estamos haciendo consciencia de diferentes realidades de dolor e injusticia en nuestra sociedad y nuestro mundo. Los profesores de todas las áreas académicas que tienen el primer período de clase motivan y acompañan a los niños y jóvenes en esta oración-reflexión. En la semana del 4 al 8 de marzo de manera especial se ha integrado reflexiones relacionadas con la conmemoración del día de la mujer, para hacernos conscientes de las luchas de las mujeres por un mundo cada vez más igualitario e inclusivo. Eso es también caminar hacia la pascua de Jesús.
La última semana antes de Semana Santa en clase de Formación Cristiana se vive el “Vía Crucis”, al que le denominamos: Los crucificados de la historia. En esta actividad, los estudiantes acompañan a Jesús en su camino a la cruz, desde la perspectiva de los que siguen hoy cargando cruces y siendo crucificados: los pobres, los perseguidos por luchar por causas justas, las mujeres discriminadas y maltratadas, los niños.as en los basureros, los que sufren por la falta de agua en sus comunidades, etc.
Nuestro deseo es que la comunidad educativa vaya viviendo este tiempo desde la mirada del amor y la necesidad de ser conscientes de las realidades que estamos llamados a transformar, para ir comprometiéndonos con un mundo más justo, más humano, así como Jesús.
