Los jesuitas comienzan un año especial de renovación, el Año Ignaciano

El 20 de mayo comienza el Año Ignaciano de la Compañía de Jesús. Los jesuitas celebran el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio de Loyola. Fue un tipo diferente de conversión. Pasó de ser un noble vanidoso centrado en el éxito mundano y la fama a ser el fundador de la mayor orden religiosa católica. Dios dio al mundo y a la Iglesia un precioso regalo a través de Ignacio: una espiritualidad que ayuda a seguir al Espíritu en todas las circunstancias de la vida.

La celebración de los 500 años de la conversión de San Ignacio no se refiere principalmente al pasado. Se trata del presente y del futuro. Es una oportunidad para renovar y redescubrir las raíces ignacianas. Es una oportunidad para detenerse, hacer balance y volver a poner a Cristo en el centro. Se trata de una conversión continua y diaria.

La iniciativa de este Año Ignaciano es del P. General Arturo Sosa, de la Compañía de Jesús. Pero extiende la invitación a todos, y en particular a todos los que se inspiran en la espiritualidad ignaciana: la gran familia ignaciana.

Estos son los principales eventos internacionales en los que puede participar:

20 de MAYO, 2021

Apertura oficial del Año Ignaciano en Pamplona (España), exactamente 500 años después de que la bala de cañón alcanzara a Ignacio. Se celebrará una Eucaristía en la catedral con el Arzobispo Francisco Pérez González y el P. General Arturo Sosa a las 18 h. (CEST) y se retransmitirá en directo en

23 de MAYO, 2021

Peregrinos con Ignacio. Oración online con el P. General Arturo Sosa y el Papa Franciscopara iniciar el Año Ignaciano. Transmitida tres veces (20h PhST, CEST, EDT), cada vez en inglés, español y francés en  https://ignatius500.global/live/

12 de MARZO, 2022

Misa solemne en el Gesù de Roma con motivo del 400 aniversario de la canonización de San Ignacio, San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús, San Isidro Labrador y San Felipe Neri.

31 de JULIO, 2022

Clausura oficial del Año Ignaciano en la fiesta de San Ignacio.

 

Es bueno recordar que la herida que sufrió Ignacio en Pamplona no fue tanto un final feliz, como un comienzo feliz. La conversión consiste a veces en grandes momentos de cambio, pero también es un proceso interminable. Hay que poner a Cristo en el centro cada vez, una y otra vez. Este proceso es una peregrinación por caminos sinuosos, con subidas y bajadas, a veces teniendo que volver sobre nuestros pasos, a veces sintiéndonos perdidos. Pero encontrando en el camino personas que nos indican el camino y nos tienden la mano » P. General Arturo Sosa

 

Esta información fue compartida originalmente en el sitio web de Jesuits Global, sigue este enlace para leer el comunicado de prensa completo