La Silla Roja desde Fe y Alegría Salta, Argentina

En este artículo Silvia Argota, directora del nivel secundario, en Argentina, comparte su testimonio sobre los desafíos que afrontaron en comunidad para sostener el vínculo y el desarrollo de la propuesta educativa en tiempos de Covid-19, desde Fe y Alegría Salta, 

A pesar de las barreras que surgieron, hoy estamos aquí; guerreros y guerreras que lucharon hasta el final »

Hola, me llamo Silvia Argota, soy directora del nivel secundario de Fe y Alegría en el barrio Solidaridad, Salta Capital desde el año 2006. Durante el 2020, cuando comenzó el aislamiento por el Covid-19, todas las personas que formamos parte del centro educativo manifestamos inmediatamente el espíritu de comunidad, de cuidado y acompañamiento.

Esto nos permitió pensar en forma conjunta y colaborativa diversas alternativas para seguir acompañando las trayectorias escolares, sosteniendo el vínculo con el alumnado y con sus familias. A nivel personal, debo decir que del año que pasó y el nuevo que comienza, aprendí el valor de la fortaleza espiritual y comunitaria para hacer frente a las dificultades.

Las necesidades económicas y sociales se profundizaron ya que la mayoría de los miembros de nuestra comunidad se sostiene con trabajos informales. Nos organizamos para poder comunicarnos más y mejor y, para ello, hicimos llamadas telefónicas y visitamos semanalmente a aquellas familias que no tenían posibilidad de conexión, respetando las mediadas de prevención oportunas.

Con el equipo docente, luego de evaluar los distintos medios para sostener de manera continua la enseñanza, se decidió poner en funcionamiento una plataforma educativa para unificar los criterios comunicativos y didácticos. Así es que se trabajó en la incorporación, formación y acompañamiento al equipo docente para poder adaptarse a el trabajo a distancia basado en el sistema de Google Suite,  lo que nos permitió acceder de forma más organizada a documentos en línea, clases virtuales, entre otras tantas posibilidades.

Pudimos consolidar un sistema institucional en línea de manera virtual que nos permitió generar propuestas educativas significativas en el marco de la educación popular, posibilitando un aprendizaje  autónomo a partir de la generación de procesos de acercamiento a problemática del contexto, de reflexión a partir de los aportes desde las diferentes disciplinas y de propuestas de transformación.

Se priorizó la generación de entornos que promuevan el encuentro entre los miembros de la comunidad educativa a través de clases por plataforma. A pesar de la novedad, se fue logrando, paso a paso, un porcentaje alto de conectividad. Una emoción enorme, sobre todo dada el contexto socio económico desfavorable en la que está inserta nuestra escuela y que se vio potenciado por la pandemia. Para paliar el déficit de conectividad y de la ausencia de dispositivos electrónicos sufientes por familia, desde FYA se pudo acompañar con cargas virtuales, cartillas impresas, además de bolsones de comida y elementos de bioseguridad.

El desarrollo de la plataforma liderada por el docente Maximiliano Burgos, recibió el aporte de todos los colegas que se sumaron con entusiasmo desarrollando tutoriales, espacios de capacitación para alumnos y familias, enseñando a cargar actividades, entregar tareas, ver la agenda de clases virtuales, entre otras actividades.  Gracias a nuestra experiencia, otros centros educativos de Fe y Alegría están replicando el uso de la plataforma aprovechando nuestro camino recorrido.

Es así que, toda la comunidad educativa (docentes, equipo administrativo, personal de maestranza), aportó con su compromiso y su talento haciendo posible sostener el vínculo y el desarrollo de la propuesta educativa.

El cierre del ciclo lectivo fue muy especial y emotivo. Con todas las medidas de bioseguridad, la comunidad entera se organizó para que el estudiantado pudiera encontrarse nuevamente para poder cerrar una etapa juntos. Como dijo nuestro egresado Gustavo Calderón en su discurso de despedida “a pesar de las barreras que surgieron, hoy estamos aquí; guerreros y guerreras que lucharon hasta final”.

El desafío de la continuidad en el 2021 se sustentó en contactar a quienes estaban incomunicados, es así como la matrícula pudo completarse y tener continuidad en la formación.

En este mes de inicio de clases, desde la campaña « La Silla Roja », queremos alzar la voz en defensa del derecho a la educación. Sentimos, más que nunca, que la educación es una responsabilidad colectiva. Todos y todas podemos y debemos hacer nuestro aporte para que quienes más lo necesitan no queden al costado del camino.