Enviados en red global

¿Qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo, qué debo hacer por Cristo? EE N.53 Ignacio de Loyola

Después de tres años preparando el Congreso, hemos llegado a su conclusión. Esta es la conclusión de una conversación de discernimiento sobre lo que queremos hacer y lograr como una red global que comenzó en el Coloquio Internacional de Educación Secundaria Jesuita (ICJSE) en Boston, Massachusetts (EEUU) en 2012, cuando los líderes de los colegios jesuitas de todo el mundo afirmaron la importancia de crear una red educativa global entre las escuelas secundarias jesuitas, a partir del llamado de la Congregación General 35, situándonos en un cuerpo universal con una misión universal. Intención que se reafirmó en Manresa, España, en 2014 con el Seminario Internacional sobre Pedagogía y Espiritualidad Ignaciana (SIPEI). Esta conversación siguió con el Congreso Virtual del JESEDU en marzo y abril de este año, y que terminó esta semana con el primer Congreso Internacional de los Delegados de Educación de la Compañía de Jesús.

El Congreso inició el domingo con la eucaristía presidida por el P. João Renato Eidt, SJ, Provincial de Brasil, y con la bienvenida a cargo del P. José Alberto Mesa, SJ, Secretario de Educación Secundaria y Pre-secundaria de la Compañía de Jesús. La primera jornada estuvo centrada en una tradición educativa que invita la innovación. El Sr. David Laughlin, Director de St. Louis University High School en St. Louis, Missouri (EEUU), destacó en su ponencia que la innovación en la educación forma parte de la tradición jesuita y resaltó su necesidad en nuestros colegios. En el debate entre los participantes se hizo mención a las experiencias de innovación que ya están ocurriendo en varias regiones y, además, afirmó la importancia del discernimiento para ayudarnos a determinar cómo innovar en nuestra educación.

El martes el P. Vincent Sekhar, SJ, miembro del Instituto del Diálogo con Culturas y Religiones del Loyola College en Chennai, India, presentó una ponencia enfocada en la necesidad de que el diálogo interreligioso forme parte integral de la Educación Jesuita, para responder a un mundo caracterizado por el secularismo y el creciente fundamentalismo. Los participantes discutieron sobre la importancia de una actitud más inclusiva hacia otras experiencias religiosas, lo cual demanda aprendizaje, intercambio, tolerancia y celebración, para proveer un espacio tranquilo en el que se promueva la coexistencia y el entendimiento mutuo. En un mundo caracterizado cada vez más por la globalización ¿cómo preparamos nuestros alumnos para ser parte de un contexto global?

El miércoles se vivió la peregrinación por Río de Janeiro, contemplando el mundo entero en su complejidad y diversidad. Los participantes partieron como peregrinos, para vivir un día de experiencia espiritual, de peregrinación, con la invitación a contemplar el mundo con los ojos de Dios. Divididos en cinco grupos, visitaron tres lugares del sur de esta ciudad de 6,3 millones de habitantes: una escuela de niños en la comunidad de Santa Marta, el Cristo Redentor mirando desde arriba la ciudad de Río y el Jardín Botánico.

El jueves contó con la ponencia del P. Benny Juliawan, SJ, Secretario del Apostolado Social y Coordinador de la Red de Migrantes en la Conferencia Jesuita de Asia Pacífico, quien abordó el tema de la justicia social y la ecología, junto con la manera en que éstas deben formar parte integral en la Educación Jesuita y en la formación de nuestros alumnos para que sean personas conscientes y maduras intelectual, ética y espiritualmente.

Al concluir el Congreso hoy, tuvimos la visita del P. General Arturo Sosa, SJ, quien presidió la eucaristía final. En su homilía, el P. General advirtió sobre la levadura de los fariseos, que Jesús asoció con la hipocresía, es una actitud de la que debemos liberarnos. Destacó que la coherencia en nuestra vida es la forma para hacerlo (Quinta “C”). De hecho, hizo alusión a que la coherencia forma parte de nuestro paradigma educativo, en el cual tratamos de educar a nuestros alumnos para que sean coherentes tanto en la disposición interna y la actitud, como en la acción hacia afuera. Estuvo presente toda la mañana y presentó un discurso a los delegados de educación de la Compañía de Jesús. 

En su discurso, después de ofrecer un breve repaso histórico de la tradición educativa de la Compañía de Jesús, el P. General ubicó nuestra propuesta educativa en la misión universal de “ser compañeros en este propósito universal de reconciliación y de justicia” como se describe en la Congregación General 36. Al respecto, resaltó que “este Congreso es una expresión de nuestra acción de gracias a Dios y a nuestros benefactores en este campo, una afirmación de la importancia del apostolado educativo y un estímulo a la audacia de lo imposible que nos puede llevar aún más lejos”.

El P. General resaltó varios desafíos concretos que nos propone para enfrentar como educadores y como instituciones educativas de la Compañía de Jesús: (1) que nuestras instituciones sean espacios de investigación pedagógica y verdaderos laboratorios de innovación didáctica, de los que surjan nuevos métodos o modelos formativos; (2) sin excluir ninguna clase social de nuestra oferta educativa, debemos continuar avanzando en una educación para la justicia; (3) el respeto y cuidado con nuestra casa común pide que nuestras instituciones ofrezcan a nuestros estudiantes una formación acorde con la dimensión ecológica de la reconciliación; (4) Debe ser claro que nuestras instituciones, buscando la protección de menores y personas vulnerables, previenen y actúan en forma inmediata, efectiva y transparente; (5) la oferta de una formación religiosa que abra a la dimensión trascendental de la vida, capaz de transformar la vida personal y social; y, (6) aunque el concepto de “ciudadanía global” está en proceso de construcción, nuestra educación debería ser en él un actor creativo.

También destacó la importancia de las redes, haciendo hincapié en que “sería imposible avanzar sin ellas”. El trabajo en red forma parte de nuestro modo de proceder, “esto exige que nuestros colegios se articulen en redes locales y regionales, además de abrirse sin reservas a la red global que nos urge consolidar. No deberíamos tener temores para compartir programas, experiencias, materiales e incluso recursos para consolidar la red internacional”. Trabajar en red no sólo significa estar con los colegios, significa trabajar en red con todo el cuerpo apostólico, es decir, universidades, centros de investigación, parroquias, etc. “Sólo si pensamos y actuamos de modo conjunto y coordinado, acogiendo e integrando la riqueza de nuestras diversidades locales, podremos, gracias a la red, enfrentar desafíos globales que afectan nuestras condiciones locales.”

El P. General animó a los delegados de la educación en sus Provincias a ser “corresponsables del buen funcionamiento de las redes, en todos sus niveles, contribuyendo al desarrollo de la plataforma global Educate Magis y al trabajo en favor de la consolidación de una ciudadanía global que cuide del planeta y viva la solidaridad”.

Concluyó su discurso a los Delegados de Educación citando a Pedro Ribadeneira, quien en nombre de San Ignacio en 1556 escribió una carta dirigida al Rey Felipe II de España: “todo el bien de la cristiandad y de todo el mundo, depende de la buena educación de la juventud”. Son palabras que “siguen siendo válidas para la Compañía de Jesús y para la Iglesia”. 

Hemos vivido una experiencia que nos deja con esperanza y compromiso. Hemos podido ver la siembra del Señor que sigue actuando a nuestro alrededor, a través de nosotros y de nuestro apostolado de educación secundaria en todo el mundo. Son las semillas plantadas a lo largo de la historia de la Compañía de Jesús. Animados y agradecidos, concluimos el Congreso con la disposición y motivación de seguir avanzando en la consolidación de una red global jesuita de educación secundaria.

La noción de poder afrontar las realidades de nuestras ciudades y países como red global representa una profunda consolación. Nuestra capacidad para construir puentes y desmantelar obstáculos entre las tradiciones de fe y entre las distintas realidades, constituye un rasgo distintivo de la Educación Jesuita que nuestra red global debe seguir ampliando y profundizando, para que nuestros alumnos puedan tener una mirada global y diversa en su misión de transformar el mundo.

La participación de otras redes educativas que hacen un trabajo innovador en la educación en distintas partes del mundo enriqueció las conversaciones durante el Congreso. Estas redes incluyen la Red Cristo Rey, Fe y Alegría, Servicio Jesuita a Refugiados y Nativity Schools. Además, se contó con la presencia de los presidentes de tres Conferencias Jesuitas de Provinciales, destacando el significado del encuentro en la misión de la Compañía hoy.

Ahora, la conversación de la red ha pasado a un siguiente nivel: la puesta en marcha de una agenda común para la red global de educación secundaria de la Compañía de Jesús. En las próximas semanas, los Delegados de Educación estarán revisando los puntos de acción, para posteriormente confirmar los compromisos adquiridos en el horizonte de seguir construyendo y consolidando la red global de Educación de la Compañía de Jesús.