Reflexiones de Estudiantes Parte 4 – Preparatoria Loyola del Pacífico, México

By Grecia Donají Betancourt Gómez
Jun 1st, 2020

Desde Acapulco Guerrero, México, comparto más historias de mis estudiantes para el proyecto global “Un Día en Mi Vida: Viviendo Bajo el Covid-19”, que les ha servido para expresar sus emociones.

 

Un Día en Mi Vida: Cristhian, 17, Preparatoria Loyola, México

Un día, todos estamos teniendo nuestra rutina normal, vamos a la escuela, asistimos a nuestras actividades extracurriculares, salimos con nuestros amigos al cine, todo es feliz. Al siguiente día, estamos encerrados en nuestras casas sin poder tener contacto social, debido a una pandemia. Todos pensamos que duraría 2 semanas máximo, pero fue todo lo contrario.

La pregunta que me gustaría dirigirme es: ¿Cómo han sido nuestras vidas en nuestras casas por estos 2 meses?

Me encantaría describir qué es lo que está pasando en mi país con esta situación de la pandemia, pero yo soy de esos individuos que se deciden fugarse, y no saber nada de lo que está pasando. Esto es, para no tener más preocupaciones en mi mente. ¿Es una filosofía incorrecta? Probablemente, pero no me quiero estresar más de lo que debería. Sin embargo, sí puedo describir que es lo que últimamente he hecho, he sentido, y como esto de la pandemia me ha afectado a mi, y mi círculo familiar.

Como no podemos salir de casa, mi familia quiere sacar lo mejor de esto, generando dinámicas que involucren a mi papá, mis dos hermanos y a mi. Últimamente, hemos realizado varias “noches familiares”, jugando juegos de mesa o armando rompecabezas. Gracias a esto, hemos podido unirnos mucho más. Ya estábamos unidos, pero esto permitió conocer un poco más de cada uno de nosotros.

Siempre he sido una persona que se quiere enfocar en lo positivo, y un aspecto positivo de esta cuarentena, es que podemos aprender nuevas cosas y tal vez explorarnos a nosotros mismos, para que una vez que la cuarentena acabe, cuando regresemos a nuestras actividades normales, diez veces mejor que como estábamos antes.

El futuro es incierto últimamente, y no sabemos exactamente cuándo saldremos de esto, pero como lo veo yo, podemos aprovechar todo este tiempo para crecer como personas y en nuestros talentos y habilidades. “Detrás de la tormenta, siempre sale el Sol”.

 

Un Día en Mi Vida: Paolo Alencaster, 17, Preparatoria Loyola, México

Desde que comenzó la cuarentena por el COVID-19 todo ha cambiado demasiado rápido, las rutinas que eran de levantarme a las 6:40 e irme a dormir a las 11 de la noche. Nada es igual, mi ciclo de sueño es muy diferente al que tenía en clases normales.

Una de las cosas que más extraño es ir a la escuela porque veía a mis amigos en clases o en los recesos y ahora ya no es lo mismo verlos por una pantalla porque nos reímos en el salón o nos contábamos cosas que eran mejor decirlas en persona.

Una de mis mayores preocupaciones es que mi familia en la Ciudad de México este sana y que no se contagie, en especial los hermanos y la hermana de mi abuela, aunque sé que están en buena salud, pero es algo que tengo siempre en mi mente y me preocupo.

Lo positivo es que veo fotos de varias ciudades alrededor del mundo donde la contaminación y los animales se pasean por sus calles sin sentir miedo, y luego desde mi terraza veo el mar más azul que nunca.

Es preocupante las personas vulnerables que son los de bajos recursos porque no lograrían cubrir los gastos para tener acceso a los servicios médicos, a diferencia de las clases privilegiadas que si lo pueden tener. Y creo que es uno de los sectores que el gobierno también debería apoyar.

Me siento invitado a seguir reflexionando sobre estos temas y tener paciencia en que pronto todo vuelva a seguir como era antes del COVID-19, pero espero que nunca vuelva a pasar algo así en los próximos años para que las demás generaciones sigan disfrutando de las escuelas.

 

Un Día en Mi Vida: Scarlet Flores, 17, Preparatoria Loyola, México

En México, esta crisis nos está afectando a todos y más que nada a los grupos vulnerables como lo son, las personas de la tercera edad, los comerciantes o aquellas personas que viven del turismo. Pero en general está afectando a la economía llevándonos a una crisis de la cual será un poco difícil salir.

Por otro lado, esta situación afecta en mi rutina diaria en el aspecto de mis actividades por la tarde como el ir a entrenar, ver los fines de semana a mis familiares, ir a la escuela y ver a mis amigos, etc.

En parte también este tiempo en casa ha servido para convivir y disfrutar más a mi familia, ya que muchas veces teníamos tantas actividades en la semana que no compartíamos el tiempo como lo hacemos ahora. He aprendido muchas cosas, intentado a hacer cosas nuevas, o actividades que antes no podía porque no tenía tiempo de hacerlas como leer, estudiar mejor y el pensar mejor mis decisiones de acciones que quiero hacer cuando acabe esto.

El mundo necesita un cambio, al principio será difícil y creo que el salir de casa para todos será muy raro, o puede que también llegue a ser un caos. Pero siento que nada será como antes, de todo esto se debe aprender mucho por parte de todos.

Con todo esto me siento invitada a ayudar a las demás personas, a valorar cada cosa que pasa a nuestro alrededor y a disfrutar lo mucho o poco que nos pueda pasar en la vida y lo más importante aprender de todo esto para poder hacer una sociedad un poco mejor, siempre buscando el bien común.

Como reflexión puedo decir que creo que esto nos enseña también que nosotros hemos sido un virus para el mundo y la naturaleza, con tanta contaminación en las playas, en las calles, en el aire, el daño a los animales, a las plantas, etc., que poco a poco lo van degradando. Darnos cuenta de la importancia de la naturaleza en nuestra vida diaria y que debemos aprender a cuidarla y concientizar del daño que le hacemos con algunas de nuestras acciones diarias.

Debemos cuidarnos y ser empáticos, no solo pensar en nosotros y tener la mentalidad de que no nos afecta, el pensar en los demás también es muy importante porque todos formamos parte de esta sociedad. La salud y la familia son lo más importante.

 

Un Día en Mi Vida: Cristian Rolando, 17, Preparatoria Loyola, México

En ninguna ocasión jamás podría pensar ser testigo de una época histórica que hasta hoy limita las posibilidades de gozar un trabajo con un salario recibido a mérito, una escuela de calidad, una empresa exitosa, comprar productos en la plaza o mercado, y convivir al aire libre con nuestras respectivas comunidades personales tales como amigos y familia, que hasta hoy siguen encerrados entre paredes.

¿Qué se puede hacer durante el transcurso? Capta la imagen: te encuentras en tu sala, comedor o habitación de tu vivienda mientras percibes un silencio absoluto en tu alrededor. A lo mejor te encuentras con tu familia, un compañero, o simplemente tú, pero el silencio abunda por cada esquina de la casa, y conforme pasa el tiempo, precipita tus urgencias de salir y dejar que el aire libre sople tu estrés, y te imaginas ser libre y desencadenado. Hasta que la realidad te pega y te das cuenta que sólo alucinaste por unos segundos y regresas a la cruda realidad.

Esta es la oportunidad perfecta, que a lo mejor será el único aprovechable en tu vida, para explotar tus deseos, anhelos, hobbies, actividades preferidas al máximo nivel que te mantendrán ocupado produciendo contenido que saciará tu ansiedad y remediar tu dudosa actitud. Puedo asegurar, tal vez cualquiera de tus aficiones o actividades preferidas se convierta en tu profesión, o una costumbre del cual sacarás el jugo en esta pandemia, y es verdaderamente una bendición.

Jamás podría sentirme más que aliviado con la gran disponibilidad de actividades que puedo realizar cómo sentarme en mi escritorio y redactar una historia o explorar con mis lápices de colores nuevas técnicas para dibujar a la libertad imaginativa y trazar conceptos ya sea en tradicional o digital.

Para algunos, la cuarentena es un momento óptimo, de reflexión, de volver a conectarse con su mundo. Se trata de vivir en paz, un tiempo breve de descanso; básicamente, una etapa de paz y tranquilidad. Para otros, lo visualizan como una crisis desesperante y de gran angustia, una tortura, un momento desesperante para volver a trabajar porque el dinero se está acabando. Hay que mantenernos unidos y reflexionar consecutivamente por individuo para liberar hacia la luz la fuerza del pueblo que nunca se había apagado, niños, jóvenes, adultos y ancianos deben mantener sus privilegios para la conformidad humana, que volverá a pavimentar el sendero para todos hacia un año mejor de oportunidades y misterios por descubrir.

 

Un Día en Mi Vida: Farid, 17, Preparatoria Loyola, México

No cabe duda que la situación que estamos atravesando es complicada, nos encontramos en una batalla con un enemigo invisible, silencioso y que está generando mucho daño a los diversos sectores de la población, desde personas jóvenes como niños y adolescentes hasta personas adultas, por ejemplo, los abuelitos o grupos vulnerables como las personas en situación de calle. Es preocupante ver que día con día los números de contagios incrementan rápidamente, muchos de nosotros ya no sabemos qué hacer para reducir la curva de contagio, pero es en estos momentos donde entra un factor importante; la consciencia y responsabilidad de cada persona.

Lamentablemente la pandemia no sólo ha traído modificaciones en las rutinas de las personas sino preocupaciones por situaciones familiares o de mayor impacto como en la economía. Las familias se han comenzado a preocupar notablemente por su situación económica, por ejemplo, miles de centros comerciales que son el sustento de múltiples familias se han visto obligados a cerrar y con ello ha ocasionado el despedido de la mayoría de sus empleados.

Por otro lado, una de las situaciones que generan mayor incertidumbre en la población son las constantes agresiones en contra del personal médico. La verdad es que es una importante labor el que se encuentran realizando sus actividades con gran valor, con la mejor voluntad y disposición dejando aún lado el miedo, el estrés, así como la incertidumbre que engloba toda esta situación.

Por otro lado, es momento de reflexionar sobre las acciones de los seres humanos hemos hecho en contra del ambiente de nuestro planeta, en estos días hemos podido ver una cara de la naturaleza completamente diferente.

Por ejemplo, en nuestro municipio hemos visto las playas con un tono azul cristalino, iluminaciones en el cielo, sin duda, estos días en el que las acciones del hombre han disminuido considerablemente ha sido un gran respiro para la naturaleza.

En conclusión, debemos de aprender que no somos inmunes a nada, somo seres mortales que ante cualquier situación presentamos complicaciones, dependemos de la naturaleza para mantener nuestra vida, además debemos comprender la situación y entender que no se trata de una situación fácil, estos puntos es lo que debemos de entender como sociedad durante esta crisis.

 

Un Día en Mi Vida: Jimena, 17, Preparatoria Loyola, México

Como sabemos muchas personas están muriendo a causa del coronavirus, de esas personas puede estar una madre o padre de familia, algunos con hijos, los cuales no pudieron despedirse, quedando así su familia incompleta. En México se han difundido muchos casos donde la población ataca a médicos o prestadores de servicio de salud, ya que dicen que están infectados, en lo personal me causa mucho conflicto ver este tipo de actitudes de las personas, a los que atacan son personas que están arriesgando su vida para salvar la de otros.

En cuanto a mi rutina diaria, se puede decir que está en un 50% de la normalidad porque he tenido clases en línea con el mismo horario que las presenciales. Solo que por las tardes salía a dar un paseo con mi perro por mi colonia, también el fin de semana visitaba a mi abuela y mis tíos, esto último es lo que más me ha impactado porque era algo común que hacíamos mi familia y yo.

La contaminación ha disminuido un poco, un claro ejemplo es el fenómeno que ha estado sucediendo en las playas de nuestro puerto, donde las olas del mar parecieran que tienen una luz azul cuando en realidad son unos microorganismos que antes no salían porque se podría decir que eran aplastadas al estar nosotros presentes. Estos solo son unos ejemplos de los cambios naturales que han pasado en diferentes partes del mundo, es por eso que esto lo debemos tomar como que el planeta nos está dando una oportunidad para tratar de arreglar lo que hemos destruido.

Este tiempo lo debemos tomar para analizar todos nuestros actos, para darnos cuenta de cómo podemos mejorar como personas, como es que voy a actuar de ahora en adelante. Es un buen momento de estar en familia todos los que tenemos la fortuna de poder hacerlo, de tratar de estar en un ambiente de armonía para no hacer que el tiempo de convivencia sea algo estresante, todo está en comunicar y dialogar para saber enfrentar las emociones.

Definitivamente me siento invitada a valorar lo que tengo a pesar de esta situación, compartir con mis cercanos que no se quejen de cierta manera el estar encerrados porque es por nuestro bien y por el de todos, así como retomar el enlistado de actividades o cosas que he querido y puedo realizar en casa. Me quedo con una frase que motiva mucho: “Comienza donde estás, usa lo que tienes y haz lo que puedas”-Arthur Ashe.

 

Un Día en Mi Vida: Vera Vivian, 17, Preparatoria Loyola, México

Desde el brote del COVID-19, la crisis económica alrededor de todo el mundo ha estado presente, afectando a naciones enteras de manera económica, lo que relaciona aspectos políticos, económicos e incluso… ¿Sociales? Planteando a México como “país” y partiendo desde un punto de vista político-económico, claramente no estaba preparado para detener y hacer cambios en su sistema por un lapso de tiempo tan larga, muchísimo menos cuando se ha arrastrado una deuda desde hace sexenios atrás, que ha ido incrementando, donde las estadísticas de ingreso e inversión son desproporcionadas, donde el negocio principal (tratándose de petróleo) ha decaído en los últimos años.

Sé que miles de familias están en aprietos económicos, algunas comunidades no pueden simplemente detener su rutina, porque implica una fuente de ingreso para hogares enteros.

Mi consuelo ha sido mi familia, los lazos fortalecidos a los que no les dedicaba tanto tiempo, me he regalado tiempo propio, un periodo de deconstrucción y de encontrar pequeñas grandes bendiciones en quienes no creía tan cercanos. Me he mantenido con calma, dentro de lo que cabe, por pensar y recordar que todo esto es temporal, y que todos juntos hacemos un gran esfuerzo por sobrellevarlo de la mejor manera.

Tengo las esperanzas de que México será un país que saldrá adelante como lo ha hecho con cada problema, pues, si algo sé reconocer en nosotros los mexicanos como sociedad, es el potencial en cuanto a soluciones creativas y efectivas, y el valor de empatía y solidaridad que nos ha salvado de muchas, lo que me lleva a pensar que es “el amor lo que hace girar al mundo”, en realidad; deberíamos de aprender a entender y empatizar con el sector que no puede o simplemente no es capaz de entender la importancia y el bien que hace el acatar las indicaciones de salubridad. Me siento invitada a quedarme en casa hasta nuevo aviso, y seguir construyendo una mejor versión de mí para dar lo mejor al mundo.

 

Un Día en Mi Vida: Diego, 17, Preparatoria Loyola, México

En la actualidad México ha sufrido con miles de infectados confirmados por el gobierno, lo cual es algo sumamente peligroso ya que México no tiene un buen sistema de salud ni una buena educación social, esto provoca que los números que da el gobierno no sean los correctos ni con estadísticas, es por eso que muchísimas personas están preocupadas por esta situación.

Para mí y seguramente para muchos el coronavirus ha impactado a mi vida de una forma sumamente extraña, he dejado de asistir a la escuela, he dejado de salir a hacer deporte, he dejado de salir al supermercado, dejado de salir a una plaza, a un restaurante, básicamente he perdido mucha información del mundo exterior con mis propios ojos, la única forma de comunicación que poseo son las redes sociales.

De toda mi familia la única persona que sale es mi papá, él trabaja como gerente de ventas en la Pepsi, tiene que inspeccionar a los trabajadores, revisar varios problemas y asistir a muchas juntas. Él me cuenta que toda la empresa ha cambiado bastante, me cuenta que en Acapulco por el momento 4 personas que trabajan con él han sido infectadas por el virus, él me cuenta que para entra le toman temperatura, ponen un tapete lleno de jabón donde te obligan a lavar tus pies y no te dejan entrar sin cubre bocas, me cuenta que para sus juntas ponen cinta las cuales separan a todos por algunos metros y muchos hacen sus trabajos desde sus casas en vez de estar sentados en sus oficinas.

Me siento invitado a tratar de reflexionar mucho más de lo que estoy haciendo y comenzar darme cuenta de lo realmente afortunado que soy por no estar sufriendo económicamente, igualmente a meditar más sobre quién soy, ya que prácticamente mi vida ha cambiado bastante, yo sufro problemas grandes de insomnio, los cuales hacen que duerma en un día normal aproximadamente 4 horas, al mismo tiempo soy una persona muy activa ya que no puedo estar quieto y al mismo tiempo hago deporte dos horas al día.

A partir de esta cuarentena mi vida ha cambiado mucho, me comenzado a meditar, he dormido mucho más normal, he dejado de hacer ejercicio y raramente he estado bajando de peso comiendo exactamente lo mismo que comía antes, he aprendido bastantes cosas que no sabía (y casi ninguna en clases en línea ya que no logro concentrarme) básicamente esta cuarentena ha sido algo bastante extraño para mí ya que he cambiado bastante mi rutina.