La falta de infraestructuras adecuadas en las escuelas es una de las causas que aportan a que 264 millones de niños, de alrededor del mundo, no tengan acceso a la educación. 
La falta de instalaciones educativas y entornos de aprendizaje adecuados está limitando el acceso y la calidad de la educación que reciben los niños, especialmente en las escuelas con desventajas socioeconómicas.
– En el África subsahariana, solo el 22% de las escuelas primarias tienen electricidad.
– El acceso al agua potable, en escuelas primarias, fue inferior al 75% en 72 de 148 países.
– El acceso a instalaciones con saneamientos básicos fue inferior al 50% en 24 de 137 países, incluidos 17 en el África subsahariana.
(UNESCO, Global Monitoring Report 2017/8.)
¿Cómo pueden los niños soñar con ir a la escuela si la escuela que tienen disponible no cuenta con agua potable, electricidad y seguridad?
Fomentar ambientes escolares adecuados para los niños es una de los requisitos más importantes para recibir educación de calidad.
También está el rol de los profesores, en cuanto a proveer un ambiente educativo positivo, así como también para brindar ayuda a los estudiantes, padres de familia y a la comunidad en el camino de reconocer a las escuelas como lugares que proveen aprendizajes de vida. Un buen ejemplo de esto es un modelo que se ha venido implementando en los últimos 15 años en países como Nicaragua, Tailandia and Uganda, en su mayoría, por UNICEF. Este modelo enfatiza la importancia de proveer un ambiente sano, seguro e inclusivo para los niños que asisten a la escuela. Desafortunadamente, este modelo también a enfrentado el retos de la falta de infraestructura básica. “En Filipinas, solamente el 32% de escuelas, no tienen ventanas rotas o paredes con pinturas desgastadas.” (EFA Global Monitoring Report 2015)
Parecería como si el problema de infraestructuras educativas adecuadas se sale de nuestras manos y de nuestra responsabilidad, especialmente por la relación con políticas económicas de los países e inversión privada. Pero nuestras escuelas Jesuitas ¡también pueden ayudar! Nuestros estudiantes deberían tener la oportunidad de analizar y reflexionar sobre esta realidad para poder actuar con ideas de mejoramiento en sus propias comunidades.
¿Cómo podemos hacer esto? Para empezar te invitamos a implementar el Proyecto de La Silla Roja Global en tu clase e incluso en tu colegio. Enfocándote no solamente en los millones de niños que no tienen acceso a la educación sino también en la infraestructuras educativas inadecuadas que aportan a este problema mundial.
El Proyecto de la Silla Roja Global está evolucionando y va más allá de su implementación, hacia un entendimiento más profundo por qué no se está cumpliendo este derecho humano.
¡Juntos podemos generar un impacto positivo y duradero para el beneficio de todos los niños del mundo!
¡Únete e involucra a tus estudiantes también!
Si tienes más ideas que quieres compartir con la comunidad, por favor compártelas en la conversación de la Silla Roja Global.
